La reciente ofensiva entre Israel e Irán ha desencadenado una represalia militar entre ambos países contra la población civil, provocando graves consecuencias humanitarias.
Este domingo 15 de junio, Israel e Irán intensificaron sus ataques lanzando bombardeos sobre instalaciones vitales. Por un lado, Israel ha emprendido una ofensiva de bombardeos contra centros nucleares, militares y de gobierno. Mientras que el gobierno iraní respondió con ataques de misiles balísticos y drones contra la infraestructura energética de la ciudad de Haifa, Tel Aviv y Jerusalén.
Pese a los llamados por parte de la comunidad internacional, ambas potencias han negado ceder en la ofensiva, y han advertido que la situación podría prolongarse, aumentando el riesgo de una escalada regional del conflicto.
Justificación de la ofensiva
Israel ha justificado su ofensiva como una búsqueda de destruir el programa nuclear iraní, el cual inicio desde 1950 y desde entonces ha significado en una amenaza a la seguridad regional e internacional.
Además, los contantes intercambios de fuego se han estado produciendo tras informes del presidente de los Estados Unidos Donald Trump, quien bloqueó un supuesto plan de Israel para asesinar al líder supremo iraní Alí Jamenei, esto de acuerdo con reportes de Reuters y de la agencia AP, la cual ha citado a funcionarios estadounidenses.
Pese a las “evidencias” presentadas por el ministro de Relaciones Exteriores de Irán Abbas Araghchi, Donald Trump ha negado su participación directa en esta escalada, aunque ha advertido a Irán que atacar intereses estadounidenses conllevaría graves consecuencias. Por su parte, tanto la Unión europea como el G7 han insistido en la desescalada del conflicto, aunque no se han conseguido consensos plenos.
Irán ha advertido que si continúa la ofensiva abandonara el Tratado Internacional de no proliferación Nuclear (TNP), el cual tiene como objetivo evitar la expansión de armas nucleares y fomentar el uso pacífico de la energía nuclear.
Víctimas civiles y militares
En Israel ha habido decenas de muertos y centenas de heridos, mientras que en Irán han muerto más de 220 personas, entre civiles, científicos nucleares y oficiales militares de alto rango. El Primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu confirmó este domingo la muerte de Mohamad Kazemi., jefe de inteligencia de La Guardia Revolucionaria iraní.
Hasta el momento, miles de iranies han abandonado sus hogares ante el temor de bombardeos israelíes. De acuerdo con la agencia de noticias iraní Mehr, Israel ha ordenado el desalojo de civiles del distrito 3 de Teherán, advirtiendo sobre bombardeos inminentes contra centros clave, como la televisora pública IRIB. Por otro lado, Irán alertó a la población residente de Bnei Brak, una ciudad cerca de Tel Aviv.
